Las ventajas de Théah: un reportaje exclusivo de 7.º Mar, volumen II

[Pierre aparece con una copa, que se mueve con el leve zarandeo de su mano.]

—No hay nada como esto para abrir el apetito. En la corte de Montaigne, siempre que haya una ingente copa de vino y una sonrisa encantadora* de por medio, cualquier acuerdo propicio se puede cerrar. Recuerdo con anhelo a las personas con las que podía debatir extensamente sobre filosofía, moda, religión, arte… Toda mente e idea se puede cambiar mostrando la mejor sonrisa de todas: la que logre convencer de que tu objetivo cuenta con el mayor beneficio.

[Aparece Amparo por detrás con la espada en ristre. La coloca lentamente sobre el hombro de Pierre.]

—En garde!

—Mi querida Amparo… [Pierre se gira con una seductora sonrisa.] ¿Acaso las armas son alguna vez la solución a los conflictos? [Pierre mira a la cámara, guiñando un ojo.]

—Mon cher Pierre… ¿Acaso nunca habéis oído hablar de la voluntad indómita de las que dominamos la espada? [Amparo le da un leve empujón con el arma mientras ríe.] Si tratáis de halagarme con vuestras palabras, os equivocáis. Ni la intimidación, la seducción o cualquier tipo de provocación pueden hacerme caer bajo esa sonrisa. ¿Sabéis por qué? [Plano detalle para enfocar lo que lleva Amparo en la mano.] Por esto.

[Pierre se acerca. Primer plano de Amparo abriendo la mano.]

—¿Una piedra*?

—En efecto. Rara vez no viaja conmigo y, cuando lo necesito, solo tengo que cogerla y… Bueno, resistirme a tus encantos, por ejemplo.

—¿Y la utilizas en cualquier momento?

—No, me lo impiden mi código de honor. Utilizar la misma estrategia una y otra y otra vez es aprovecharse de la situación. A veces es incluso más divertido si la mantengo en la retaguardia, solo por  ver cómo salgo de la escena con mis propias habilidades. No obstante, cuando sé que puede servirme de ayuda, es mi amiga más preciada.

—Desde luego, parece un punto a tu favor*. [Pierre se acerca más a Amparo.] ¿Esa especie de piedra también va a evitar que te invite a degustar un fabuloso vino montaignés?

—[Amparo se desternilla.] Claro que no, buen amigo. ¿Tampoco sabes que en Castilla tenemos fama de buenos bebedores? Ahí no hay ninguna piedra o punto a favor que valga.

*Las ventajas aparecen en negrita. Y nuestras queridas piedras o puntos de héroe… pues en cursiva.

La voz propia de Théah: un reportaje exclusivo sobre 7.º Mar, volumen I

[Aparece Pierre y hace una inclinación artificiosa antes de sentarse.]

—¿Que qué es Théah? [Primer plano de Pierre pensativo.] Es una pregunta la mar de complicada. Desde mi punto de vista, es una conglomeración de costumbres, lenguas y personas tan variopinta como los paisajes que podemos encontrar en cada una de las naciones que la conforman. Al ser parte de la corte, he asistido a un sinfín de reuniones y fiestas en las que he tenido el placer de…

—Suficiente, Pierre. [Primer plano de Katia, sentada a su lado.] No sabes cuándo callar. Tendrás todo el conocimiento y el encanto posibles, pero hay algo que te falta: ver mundo. Cuando me convertí en capitana de barco nunca imaginé los tesoros que me encontraría. Y no, no me refiero a cofres llenos de monedas ni a exquisitas alhajas, sino a la libertad. Nada se puede comparar con la brisa del mar de lleno en tu…

—Luego soy yo quien habla de más. [Primer plano de la mirada amenazante de Katia a Pierre.]

[Cambio de escena. Aparecen Bernard y Hans.]

—Quién iba a saber que acabaría siendo un sacerdote rechazado por sus propios compañeros. La Iglesia Vaticana está llena de corrupción y no entiende la verdadera esencia de la religión de Theus. Las personas y la fe están por encima de las instituciones, pero los seres humanos somos débiles…

—Hable por usted, padre. [Hans muestra una sonrisa encantadora]. Después de haber visto lo que yo he visto, le aseguro que lo que menos me preocupa es esa estúpida iglesia. Es lo que tiene conocer hechizos relacionados con la muerte… y los muertos. Para que descansen en paz.

[Bernard traga saliva y Hans ríe.]

[Cambio de escena. Amparo practica con su espada.] 

—Ah, estáis ahí. [Enfunda su arma.] Perdonad, cuando entreno me concentro demasiado. Esta espada lleva conmigo desde hace años. Daría mi vida por ella y ella la daría por mí.

[Cambio de escena. Pierre y Katia de nuevo.]

—¿Théah en una palabra?

—Ambrosía.

—[Katia pone los ojos en blanco.] Por supuesto que sí. Para mí, ilimitada.

[Cambio de escena. Bernard y Hans, ahora alejados.]

—Extraordinaria, totalmente extraordinaria.

—Padre, se queda corto. Théa es más que eso… Es sobrehumana. [Bernard traga saliva y se levanta para irse.] ¡Venga, padre!

[Cambio de escena. Amparo, con los ojos brillantes y haciendo una pausa para respirar.]

—Théah es luchar por un ideal.